El mejor revestimiento para una caseta de madera

¿Sabrías decir los tipos o cuál es el mejor revestimiento para una caseta de madera? Lo cierto es que hay una buena cantidad de ellos. Por lo tanto, es importante conocerlos para poder diferenciarlos, ser consciente de sus puntos fuertes y debilidades. Todo para poder elegir el más adecuado para nosotros.

Lo primero de todo. Cuando hablamos de revestimiento, nos estamos refiriendo a lo que permite que una caseta de madera se mantenga segura y resistente ante los cambios de climatología y la intemperie. Por lo tanto, estamos ante un punto básico para prolongar la vida útil de nuestra instalación.

Básicamente, podríamos decir que dos son las opciones que tenemos para el revestimiento para una caseta de madera. El primero de todos, el revestimiento superpuesto. En él, la madera se colocará encima de otra. De esta forma, las tablas se irán superponiendo unas a otras, creando un panel y ofreciendo un aspecto con un toque rústico.

Entre las grandes ventajas de esta alternativa, nos encontramos con su accesibilidad económica para toda clase de presupuestos o que posibilita la escorrentía (o drenaje) del agua de lluvia con suma facilidad. En el lado contrario, como principales desventajas tendríamos que señalar que no permite soportar cargas pesadas en las paredes o que puede llegar a deformarse con el paso del tiempo.

La segunda clase de revestimiento para una caseta de madera del que os vamos a hablar es la tabla de intemperie machihembrada. En esa ocasión, el panel se crea gracias a unos tablones especialmente diseñados para enclavarse unos con otros de manera sencilla, ofreciendo un acabado mucho más ordenado.

Entre sus ventajas más importantes, no podíamos olvidarnos de señalar que esta alternativa constructiva favorece su resistencia y durabilidad, impidiendo esa deformación con el paso del tiempo. Además, también resulta ideal para que el agua no penetre al interior del panel y sea posible “expulsarla” de manera sencilla. En contra, algunas de sus desventajas vienen por sus espesores. Cuanto más delgada es la tabla, menos durabilidad ofrece. Además, su precio es ligeramente superior.